Sicilia está repleta de excelentes playas, pero si buscas un poco más de privacidad y tu propia franja de arena, al menos temporalmente, dirígete a la Reserva Natural Zingaro. Camina por las colinas cubiertas de coloridas flores y desciende a la costa de esta área protegida para encontrar un lugar apartado.
Cuanto más dispuesto estés a caminar, mayores serán las probabilidades de encontrar tu propia playa. Podrás elegir entre pequeñas caletas de guijarros y playas de arena blanca y suave. Recuéstate, relájate y levanta la mirada quizá puedas ver gavilanes y águilas de Bonelli sobrevolando la zona. En la reserva habitan numerosas especies de aves.
Las aguas del parque son tranquilas, por lo que es el lugar ideal para ver diferentes especies marinas. Ponte tu snorkel y tu visor, y observa los calamares y los pulpos que se reúnen alrededor de las rocas. Si nadas aproximadamente 1 metro (3 ft) debajo de la superficie del agua, verás anémonas y rosas de mar.
Deja algo de tiempo libre durante el día para recorrer otras áreas de la reserva. Encontrarás varios senderos señalizados que atraviesan un hábitat costero de rocas y arbustos. Los amantes de la vida silvestre estarán contentos al saber que además de aves podrán encontrar otros animales, como víboras, erizos, zorros y lagartos sicilianos.
La Reserva Natural Zingaro abarca una superficie de 1,650 hectáreas y está a pocos kilómetros en auto desde Castellammare del Golfo. En la entrada, el personal te proporcionará mapas y te recomendará sobre las mejores playas para nadar.
Es conveniente usar un buen calzado, incluso si no tienes pensado pasar la mayor parte del día en la playa, ya que muchos senderos pueden ser irregulares. En el lugar no encontrarás tiendas ni cafés, de manera que debes traer comida y agua.
Se cobra una cuota de entrada a la reserva, y los niños de hasta 14 años podrán aprovechar un descuento. Los niños menores de 10 años entran sin cargo.