El nombre de Parma se reconoce de inmediato por ser la cuna del parmesano, aunque hay mucho más para disfrutar en esta ciudad, además de queso. Parma es una de las ciudades más prósperas de Italia, sus calles y plazas impecables están flanqueadas por edificios históricos y fantásticos restaurantes. Deléitate con las mejores comidas de tu vida, admira algunas de las mejores obras de arte de Italia y escucha música clásica en magníficos teatros de ópera.
Varios de los palacios e iglesias de Parma se construyeron entre los siglos XVI y XVIII, cuando la poderosa familia Farnese gobernó la ciudad. A pesar de que Parma sufrió daños importantes durante la Segunda Guerra Mundial, la mayoría de sus edificios del período renacentista permanecen en excelente estado.
En la Basilica di Santa Maria della Steccata, del siglo XVI, admira los hermosos frescos pintados por el famoso manierista italiano Parmigianino. En el Duomo, construido en el siglo XII, observa tesoros invaluables, como la pintura de la Asunción de la Virgen que decora la cúpula octagonal de la catedral. Toma un descanso en los elegantes jardines del Parco Ducale, y recorre sus tranquilos caminos, fuentes y áreas bien cuidadas.
Descubre las obras maestras artísticas de Parma en la Galleria Nazionale, un palacio del siglo XVI que perteneció a la familia Farnese. Entre las obras se destacan La Scapigliata, de Leonardo da Vinci, y la Madonna della Scodella, de Correggio, que retrata a José y la Virgen María contemplando amorosamente al niño Jesús.
Resulta imposible perderse el Baptisterio, con su fascinante mezcla de estilos románico y gótico. Las destacables bandas de mármol blanco y rosado de este edificio, construido a principios del siglo XII, simbolizan la pureza y la sangre de Cristo. Contempla los frescos del siglo XIII que hay en el interior, que representan las estaciones y los signos del zodiaco.
Recuerda probar la deliciosa gastronomía parmesana. Algunas de sus especialidades incluyen el prosciutto y el queso parmesano-reggiano. Pruébalos juntos como entremés o come los panes rellenos de prosciutto que hay en todos los escaparates de las panaderías locales.
Parma está ubicada a 28 kilómetros (17.4 mi) al noroeste de Reggio. Puedes llegar en tren desde Bolonia, Piacenza, Módena y Milán.