El romanesco Palacio de las Bellas Artes fue concebido como el atractivo principal en la Exposición Internacional Panamá-Pacífico de 1915. La exposición conmemoraba la culminación del Canal de Panamá y la recuperación de San Francisco tras el terremoto de 1906 y los incendios que le siguieron. El diseñador Bernard Maybeck se inspiró en las ruinas romanas, tomando elementos tanto latinos como griegos para la construcción de este edificio. Su intención era mostrar “la mortalidad de la grandeza y la vanidad de los deseos humanos”.
Es una de las pocas estructuras que aún se conservan de aquella exposición. Se han instalado canchas de tenis y ha servido como almacén de camiones y jeeps militares. Un programa masivo de restauración que se emprendió en los años sesenta le devolvió el esplendor de antaño, retirando elementos no esenciales y después reconstruyendo con concreto, pavimentación y paisajes nuevos.
Actualmente es la sede del "Exploratorium", un emocionante viaje por las maravillas y misterios de la ciencia, con exposiciones interactivas y actividades prácticas diseñadas para los niños.
El palacio es un tranquilo espacio para caminar o disfrutar de un día de campo. En medio de bellos jardines y una laguna hogar de hermosos cisnes, se levanta una gran rotonda y una pérgola que mide 335 metros (1,100 pies). Es un destino popular gracias a la calma que se respira en el entorno y a la majestuosidad de su arquitectura.
El Palacio de las Bellas Artes se encuentra al oeste de Fisherman's Wharf en el Distrito de la Marina. A pie, está a menos de 3 kilómetros de Fisherman's Wharf, pasando la Plaza Ghirardelli. También puedes llegar fácilmente si tomas el transporte público. Varios autobuses del sistema Muni te pueden llevar al palacio. Hay un estacionamiento en el lado oeste, puedes entrar viniendo por Lyon Street.