El apartamento Ipar Kale está situado en un edificio especial del casco histórico de la villa pesquera de Mutriku. Una villa que cuenta con un interesante patrimonio arquitectónico e histórico que hace que pasear por Mutriku sea un constante recuerdo al legado que dejaron allí grandes navegantes como Cosme Damián Txurruka, distinguido marino muerto en la batalla de Trafalgar, o Antonio de Gaztañeta, marino e ingeniero, precursor en el campo de la construcción naval.
Mutriku es un pueblo con playa, piscinas naturales, puerto, pero, también es callejuelas, cuestas, empedrados, palacios y casonas llenas de historia. Y, precisamente, en pleno casco histórico, entre calles estrechas y empinadas, encontramos un callejón donde se sitúa la fachada histórica de nuestro apartamento. Un edificio con solera. Con su arco y su piedra histórica que hace también que su acceso sea peculiar. Como muchas casas de la parte vieja de Mutriku no dispone de ascensor. Mirando desde fuera sería como un tercer piso, pero realmente es como si fuera un segundo. Sólo hay dos pisos. Dos dúplex.
Al entrar por el portal subiríamos hasta la puerta que se ve de frente. Y tras esa puerta, hay otras pocas escaleras en caracol para acceder al piso principal de la vivienda.
El cargo de la FIANZA se realizará obligatoriamente antes de la llegada, mediante pagos telemáticos, en los que será indispensable la tarjeta de crédito.
Es un espacio diáfano con una cocina abierta de cierto toque parisino que se une con la sala y el comedor, y, que cuenta con un pequeño balcón que da al exterior, además de un sofá cama doble de 1,40m. Posee una Smart TV y decoración marinera, además de un baño completo con amplia ducha de Gresite y una habitación con una cama abatible de 1,35m en la que hay una terracita que da a la parte trasera del edificio desde donde se puede ver a lo lejos y entre los edificios el mar. Parte del techo de esta planta son veluxes que hacen que entre luz natural del techo iluminando por completo la casa. De esta planta principal se sube a través de unas escaleras de madera a la bajocubierta. Otra altura con caída, directamente bajo el techo, donde tenemos luz natural y una espacio diáfano de poca altura y en el que no se puede poner de pie del todo (1,40 m). Cuenta con un sofá. Un espacio romántico con toques hogareños y, desde el cual se pueden ver las estrellas. Toca agacharse en éste espacio.
Toda la casa posee de varios espacios de almacenaje. Baldas, estanterías, colgadores, cofres… pero contiene poco espacio para armarios.
Es un acceso raro, pero su interior le hará olvidar la sensación que le puede causar en un principio. Es un apartamento para tres personas máximo, y, que cuida todo tipo de detalle. Totalmente equipado, con wifi en toda la casa y muy especial para pasar unos días románticos. Eso sí, nada recomendable para bebés y personas con alguna discapacidad física.