El Stadsmuseum (Museo de la Ciudad) es una excelente primera parada de tu visita a Gotemburgo, porque descubrirás detalles de la historia de la ciudad. Es uno de los mejores edificios de la ciudad. Recorre las exposiciones dedicadas a los primeros seres humanos que poblaron el área. Ponte de pie frente al único barco vikingo que se expone en Suecia e investiga la colección de finos adornos chinos.
El museo está en lo que eran las oficinas generales de la Compañía Sueca de las Indias Orientales. Este edificio del siglo XVIII ahora incorpora 10 galerías permanentes y varias exposiciones temporales, haciéndolo uno de los museos más completos del país.
Empieza con la exposición “Los Rastros Hablan” para que veas los hallazgos que han encontrado los arqueólogos, y después conoce más acerca del efecto que los seres humanos han tenido en estas tierras. Una de las atracciones favoritas de muchos es la exposición vikinga, la cual cuenta con el magnífico Äskeskärrsskeppet. Este barco, conocido como drakar o dragón vikingo, fue descubierto cerca del río Göta y tiene inscripciones en un alfabeto rúnico.
El Göta es el tema central en la exposición Puerta hacia el Oeste, la cual hace un recuento del comercio de Suecia en Europa. Admira varios objetos de valor incalculable, como un gabinete de madera que data del siglo XV, y conoce más sobre la formación del bastión de Gotemburgo por inmigrantes neerlandeses.
Observa finos artefactos chinos, que fueron adquiridos por los primeros viajeros de Gotemburgo al lejano Oriente. Otra exposición muy completa es la que está dedicada a la Compañía de las Indias Orientales. Ésta cuenta con retratos, diarios y objetos de porcelana que pertenecieron a los dirigentes de la compañía. Lleva a tus hijos a la divertida área de juegos de tema histórico.
El Museo de la Ciudad ocupa toda una cuadra junto al Gran Canal del Puerto y está a unos pasos de cualquier lugar en el centro de Gotemburgo. Abre de martes a domingo y en las noches de miércoles, aunque cierra durante los días festivos oficiales. Entre semana, puedes tomar un descanso para comer en el café del museo.
Hay que pagar una pequeña cuota de entrada si tienes más de 25 años de edad. Sin embargo, el boleto te permite acceso ilimitado durante un año al Stadsmuseum y a otros museos que subsidia el gobierno.