El mercado de Chelsea está ubicado en el barrio del mismo nombre que alguna vez estuvo abandonado, y es el mejor ejemplo del renacimiento cosmopolita que representa hoy en día el centro de la ciudad. Se parece a los mercados comunes, con diferentes puestos que forman un laberinto de pasillos. Sin embargo, puedes encontrar una heladería artesanal junto a una carnicería, o un restaurante tailandés entre dos puestos de quesos. Llega con hambre y aprovecha para probar algo nuevo durante tu visita.
Este mercado originalmente era una fábrica de la New York Biscuit Company, que después cambió su nombre a Nabisco. Durante décadas, las galletas Oreo se producían en esta planta. Cuando la línea de producción se cambió a otro lugar, el edificio se utilizó como base para diferentes tipos de aplicaciones industriales, hasta que se convirtió en mercado en la década de 1990. Mira cómo se reinventó este lugar que los neoyorquinos utilizan como punto de reunión clásico.
El mercado interior de Chelsea abarca toda una manzana de la ciudad de Nueva York. Cualquiera que lo haya visitado te dirá que tienes que probar algo, aunque las recomendaciones pueden ser muy variadas.
Si te gustan los mariscos y hace frío, prueba la sopa de almejas en el Lobster Place. Durante un día caluroso de primavera, disfruta los sabores dulces y picantes de una ensalada tailandesa en el Chelsea Thai. Tu nuevo puesto favorito puede estar en cada esquina, y seguro querrás recomendárselo a tus amigos.
Muchos de los habitantes de la ciudad vienen al mercado de Chelsea para abastecerse de productos gourmet en una sola ubicación cómoda. Pasa el tiempo explorando las diferentes variedades de aceites de oliva, quesos y productos de cocina que hay en todo el mercado. Incluso si no planeas comprar nada, querrás disfrutar los fantásticos aromas que flotan por los pasillos.
Para llegar al mercado de Chelsea, toma el tren hasta la estación de la Octava Avenida. También puedes llegar a la estación de la calle 18, ya que ambas están a unas cuadras del mercado. Recuerda que el High Line y el río Hudson están muy cerca, así como West Village, que está al sur. Disfruta tu visita al mercado y sal de ahí con el estómago lleno, un té gourmet especial, fotos fantásticas y recuerdos inolvidables.