Addaia sigue siendo lugar de veraneo por excelencia de los menorquines, donde los isleños mismos tienen su casa de fin de semana y donde incluso en julio y agosto queda lejos el bullicio de la temporada estival. El lugar perfecto para tener tu retiro personal, solo el mar, sol y sombra, tu terraza, tu piscina, los veleros... Sobre todo estos últimos, cuando escuchamos el nombre de "Addaia" pensamos en el colorido panorama de su bonito puerto deportivo. No hay hoteles, no hay carreteras, encontrarás pequeñas calles y callejuelas, chalets, casas, apartamentos casi todos luciendo el típico blanco menorquín, edificios de diferentes estilos, pero cada uno encantador a su manera, formando un conjunto que puede ser símbolo de las vacaciones ideales. Los cuidados jardines le dan el toque verde y colorido, y la línea de costa es especialmente atractiva, con islotes y estrechas lagunas que forman un paisaje de gran belleza natural.
Villa Joaquina, como su entorno, se mantiene en un estilo tradicional, luciendo paredes blancas, mucha madera, como corresponde a una casa menorquina. Sus habitaciones sin embargo se muestran en un agradable colorido. Es ideal para las vacaciones en familia, cada uno puede disfrutar de su rincón favorito, ya sea en una de las maravillosas terrazas, ya sea junto a la tentadora piscina, para los amantes del agua.
Tiene 4 dormitorios, uno con cama de matrimonio, los demás con camas individuales, todos con acceso directo a una terraza y con aire acondicionado. Hay un salón y un comedor, también con aire acondicionado. La cocina está perfectamente equipada, con microondas y lavavajillas, aparte de todos los demás electrodomésticos y utensilios que debe tener una cocina. Tiene dos baños, uno con ducha y uno con una elegante bañera grande.
En Addaia encuentras varios restaurantes, un supermercado y una escuela de buceo. Muy cerca tienes la urbanización de Arenal d’en Castell, donde hay una más amplia oferta gastronómica y comercial. El famoso “Camí de Cavalls” cruza la urbanización de Addaia y da la posibilidad de fantásticas excursiones caminando o en bicicleta.