El Bulín de Madarcos se encuentra dentro del encantador pueblo de Madarcos, rodeado de un entorno privilegiado con las vistas más apacibles e idílicas de la Sierra del Rincón. Su paisaje bucólico nos transporta a una época donde el sustento dependía exclusivamente del campo y la naturaleza.
La Posada es un edificio muy amplio y con mucha historia, recientemente rehabilitado para el turismo rural, con una decoración ecléctica de ambiente cálido, ideal para grupos de 8 a 10 pasajeros. En su primera planta un largo pasillo distribuidor con amplios ventanales nos dan el ingreso a 4 dormitorios dobles cada uno con televisión y con su baño en suite, provistos de ducha. En la Planta Baja posee un amplio salón comedor con chimenea, baño y una amplia cocina completa, con horno microondas, lavavajillas, lavadora y cafeteras (Nespresso y eléctrica ). La casa dispone de patio con una estupenda arboleda, muebles de jardín y barbacoa.
Toda la casa dispone de calefacción central, wifi, televisión con Netflix. Si problemas para aparcar.
Madarcos es un pueblo apacible que nos transporta a un pasado serrano donde el sustento dependía exclusivamente de la naturaleza. Es de la armoniosa e idílica convivencia del hombre con su entorno de lo que Madarcos se enorgullece de su reciente incorporación a la Reserva de la Biosfera de la Sierra del Rincón de la Comunidad de Madrid. Esta zona, de ecosistema privilegiado, fue declarada Reserva de la Biosfera por la UNESCO en 2005. Una auténtica joya para descubrir a tan solo una hora de Madrid Capital.
Madarcos nos ofrece un paisaje natural de belleza y riqueza únicos. Todas sus tierras están íntimamente relacionadas con el agua. Está atravesado por dos Ríos, el Madarquillos y el río de La Nava o Cocinillas. Ambos desembocan en el embalse de Puentes Viejas. El paseo por todas estas veredas es sencillamente encantador. Recorriendo los cauces de estos ríos se puede disfrutar de alamedas, choperas y encinares. Son el escenario mágico para observar al Martín pescador, a los verderillos, petirrojos o a los cucos o entrada la noche podrás descubrir a los cárabos y a los mochuelos. Otros moradores habituales que seguramente te encontrarás son los zorros, jabalíes, corzos y las ginetas.
Hay varios caminos que conducen a las dehesas, pero es de destacar la ruta que lleva hasta el Pico de la Dehesilla, lugar ideal para disfrutar de unas magníficas vistas desde donde se puede admirar el majestuoso vuelo de las rapaces.
Pasear por Madarcos es un placer para todos los sentidos, recorrer sus callejuelas te envuelve con su olor a tomillo, cantueso y orégano, sus amables habitantes siempre corteses te saludan y te ofrecen ayuda para orientarte o para indicarte más bellezas por descubrir