Explora los espacios oscuros y las cuevas de piedra caliza de Los Tres Ojos. Este nombre es una referencia a las tres cámaras principales de la cueva, que están llenas de lagos de color azul verdoso, jardines musgosos y estalactitas. Trae zapatos cerrados, una antorcha y tu cámara para disfrutar una aventura inolvidable en la cueva.
La formación de Los Tres Ojos se debe a los movimientos tectónicos que abrieron las cámaras subterráneas, las cuales se llenaron de agua. Los indígenas taínos fueron los habitantes originales de este sitio descubierto por los exploradores hasta 1916.
Visita la primera cámara, llamada "Aguas Azufradas", siguiendo los mapas y letreros hasta la escalera que está después de la entrada de la cueva. El acceso a las otras cámaras, llamadas "La Nevera" y "El Lago de las Mujeres", solo es posible al viajar en lancha por el río subterráneo que alimenta y conecta los tres lagos de la cueva.
Mientras exploras, observa los peces y las tortugas que nadan en el agua clara, así como los jardines coloridos que crecen en el terreno alto de la cueva. Las estalactitas y otras formaciones rocosas reflejan la luz de maneras extrañas sobre las paredes de piedra caliza y generan un ambiente sobrenatural. Compra bolitas de pescado con alguno de los vendedores de la región para alimentar a la vida marina de la cueva.
Si visitas esta zona con un guía, puedes tener la suerte de explorar una cuarta cámara oculta. Esta alberca secreta está más abierta al mundo exterior y la iluminación genera bellas tonalidades verdes y azules.
Contrata a un guía para obtener información detallada sobre las curiosidades geográficas y la vida silvestre de la cueva. Dirígete con alguno de los operadores que tienen licencia y asegúrate de saber bien qué es lo que estás pagando. Como regla general, es mejor evitar a las personas que esperan alrededor del estacionamiento de la cueva y ofrecen tours a precios excesivos.
La cueva de Los Tres Ojos está abierta todos los días y se cobra una cuota de entrada. Los guías, los taxis acuáticos y los barcos que llegan a la cuarta cueva cobran cuotas independientes. Prepárate para subir muchas escaleras alrededor de las cuevas, las cuales no cuentan con acceso para silla de ruedas y personas con movilidad limitada.