La casita está muy bien equipada y acondicionada para el frio. En un lugar muy tranquilo, la elegimos para conocer pueblos tan emblemáticos como Rocamadour, Cordes-sur-Ciel, etc. Debe ser un lugar ideal para ir en Septiembre o en primavera, ya que en Noviembre, cuando hemos ido nosotros, esos pueblos están bastante vacíos y con los restaurantes o bares cerrados, excepto excepciones.
Pero en conjunto la zona es preciosa y hay cosas para ver en cada camino.
Muy recomendables, tanto zona como alojamiento.