Hatunrumiyoc es una calle en el centro de Cusco y una popular atracción. El muro de Hatunrumiyoc es considerado como una de las estructuras incas mejor preservadas de la región. El muro se extiende por casi toda la longitud de la calle y es un magnífico ejemplo de las complicadas técnicas de construcción de esta antigua civilización.
No se conoce la historia exacta del muro, pero se cree que era parte de un palacio que pertenecía a Inca Roca, un famoso soberano del Imperio Inca. Después de funcionar como hogar de importantes figuras durante siglos, este palacio alberga en la actualidad el Museo de Arte Religioso de la ciudad. La calle es una carretera inca original que solía conducir a la antigua zona de Antisuyu de la ciudad.
Observa a los lugareños vistiendo los atuendos incas tradicionales. Toma una fotografía de ellos frente al muro por una pequeña propina.
El muro puede parecer sencillo en un principio, pero notarás cómo sus enormes piedras poligonales encajan con una precisión casi incomprensible. El muro fue construido con un tipo de piedra particularmente dura llamada diorita verde. Imagina el trabajo necesario para cortar, pulir y colocar cada una de las piedras en el muro, una por una.
No dejes de ver la famosa piedra de 12 ángulos del muro ubicada a aproximadamente la mitad de la calle. La piedra tiene 12 esquinas y lados perfectamente tallados y no se utilizó ningún mortero para colocarla en su lugar. Encaja de manera tan perfecta en el muro que ni siquiera es posible insertar una hoja de papel entre las rocas.
Observa las figuras de animales escondidas en el diseño del muro. Presta atención y quizás puedas identificar una serpiente, un conejillo de Indias y una llama. Los Incas a menudo incorporaban animales sagrados a sus diseños.
Uno de los mejores momentos del día para visitar Hatunrumiyoc es por la noche, cuando las luces que emiten las farolas resaltan la compleja apariencia en 3-D del muro. El muro está situado al norte de la plaza principal de Cusco, junto al Museo de Arte Religioso.