Tallado en la roca hace millones de años por el Río Colorado y por procesos geológicos naturales, la austera belleza, los rojizos colores desérticos y los gloriosos atardeceres del Gran Cañón atraen a turistas de todas las latitudes. Para los visitantes provenientes de Las Vegas, este tesoro nacional está a tan solo un corto viaje de 355 kilómetros (227 millas) de distancia de la ciudad.
La parte más accesible del Cañón, la ribera sur, es el punto más popular entre los visitantes. En este lugar se encuentra gran parte de la infraestructura del Gran Cañón, incluyendo la Canyon View Information Plaza, que incluye el Centro para Visitantes del Gran Cañón. Aquí encontrarás útiles guías, folletos, exhibiciones audiovisuales y características interactivas acerca de la fascinante historia, geología y vida salvaje del lugar. Súbete al autobús gratuito (el costo está incluido en el boleto de acceso al parque nacional) para visitar otros museos y miradores de la ribera sur.
Aunque es difícil apartar la vista de los maravillosos panoramas del cañón, una caminata por la parte baja de la ribera sur te permitirá apreciar mejor la belleza de este paisaje. Los paseos por el cañón te acercan a su pasado prehistórico y al poder corrosivo del río Colorado, que socavó capa tras capa de roca a lo largo de millones de años.
Si quieres conocer el cañón a vista de pájaro, varias compañías ofrecen vuelos en helicóptero sobre la ribera sur y sobre las menos accesibles riberas norte y oeste. Desde el cielo podrás apreciar mejor las impresionantes dimensiones del cañón, lo escarpado de su terreno y la magnificencia de su colorido. Si tienes suerte, hasta podrías ver un coyote o un cóndor de California. Las temperaturas suelen caer abruptamente cuando se oculta el sol, pero el atardecer es algo que no querrás perderte.
Muchos visitantes deciden quedarse durante una noche para poder pasar dos días en el cañón. El alojamiento dentro y cerca del parque nacional va desde cómodos hoteles y posadas rústicas hasta pintorescas cabañas y zonas de campamento. Si eres de los que prefieren no conducir, existen tours en autobús y helicóptero que salen de Las Vegas con regularidad.