Aunque está envuelto en niebla gran parte del tiempo, es uno de los puentes más fotografiados del mundo porque sigue siendo un espectáculo imponente... cruzarlo es una experiencia única. Su tamaño, esplendor y belleza inspiran asombro y avivan la imaginación. Este icono de la arquitectura estadounidense se extiende a lo largo de 2.7 kilómetros a través de la "Puerta Dorada", la abertura de la Bahía de San Francisco al Océano Pacífico.
Se trata de un colosal puente colgante que conecta a San Francisco con Marin County. Su construcción tomó más de cuatro años, hasta que finalmente abrió al público en 1937. Está diseñado para soportar vientos de más de 161 kilómetros (100 millas) por hora. Cuando finalizó su construcción, el Golden Gate fue el puente colgante más grande del mundo. Tristemente para él, la marca que impuso por tantos años ya ha sido superada en varias ocasiones.
Aún así, la estructura ofrece una magnífica vista del área de la bahía, la silueta de la ciudad, el océano Pacífico y Marin Headlands en el lado norte del puente. Para aprovechar al máximo la panorámica y darte una mejor idea del tamaño del puente, crúzalo en bicicleta o a pie. Es que si vas manejando, te concentrarás más en el tráfico que en su impresionante tamaño.
Los peatones sólo pueden cruzar el puente durante el día por la banqueta del lado este. Hay una barrera que corre a lo largo de la banqueta para separarla de la carretera. Los ciclistas pueden usar las banquetas este y oeste. Por lo general, el viento sopla fuerte a esas alturas, así que ponte varias capas de ropa incluso si vienes en el verano.
Disfruta una de las mejores vistas del Golden Gate desde Vista Point, en la parte norte del puente en Marin County. Es un espectáculo glorioso a cualquier hora del día: al amanecer se ilumina lentamente con el sol naciente y por la noche, las luces destellan y se reflejan en las aguas el Pacífico.