El Fuerte San Jerónimo fue construido en 1788 en la entrada de la laguna del Condado para proteger a San Juan de sus invasores. Una década después, esta pequeña fortaleza fue fundamental a la hora de hacer retroceder a las fuerzas británicas, a pesar de ser muy superiores en número.
Si bien es considerablemente menor que los fuertes más imponentes de San Juan, El Morro y San Cristóbal, la historia del Fuerte San Jerónimo es tan fascinante como la de los demás fuertes. Fue restaurado recientemente y ahora, además de un museo, también hay varios lugares para comer y excelentes miradores para aprovechar la vista de toda la ciudad. Una ventaja de este sitio con respecto a los fuertes de mayores dimensiones es que, en ocasiones, hay menos gente. Sin embargo, es mejor visitarlo por la mañana durante la temporada turística.
Comienza tu visita escalando el sitio histórico y contemplando los artefactos originales del siglo XVIII. Los cañones que se utilizaron en la batalla contra los británicos todavía siguen en pie, de cara al mar. A pesar de la remodelación, todavía se puede observar el deterioro que sufrió durante la batalla y durante el huracán de 1899, que provocó daños muy severos. Todo esto contribuye a la autenticidad del sitio, que te hará retroceder en el tiempo.
El fuerte sobresale desde el establecimiento del hotel Hilton Caribe y las mejores vistas son las del hotel mismo. Disfruta de algo de tomar o de una comida en uno de los nueve bares y restaurantes, mientras contemplas el fuerte, con la laguna de Condado y el mar detrás de él.
El Fuerte San Jerónimo está ubicado en la entrada de la laguna de Condado y se puede llegar atravesando el hotel Hilton Caribe. Los turistas que lleguen en auto pueden estacionarse en el estacionamiento del hotel por un cargo, aunque también hay estacionamiento gratuito en la calle. No hay servicio de transporte público al fuerte. Sin embargo, se puede llegar a pie desde varios hoteles del centro. El Fuerte San Jerónimo abre todos los días y no se cobra la entrada.