Comodidad y tradición se dan la mano en este conjunto de alojamiento rural, de acogedores y espaciosos apartamentos ubicados en las dependencias de una antigua casona solariega del siglo XVIII, en cuya ejemplar restauración se ha sabido conservar todo el sabor de la arquitectura serrana, sin otras concesiones que la comodidad y el buen gusto. Unidos por un bellísimo patio empredrado, con vigorosos arriates de plantas aromáticas y un enorme magnolio. Cada uno de los apartamentos mantiene su impronta particular, su propio carácter, todo ello para hacer que su estancia se convierta en una deliciosa y confortable experiencia.