El centro histórico de Málaga, con sus monumentos y callejuelas, te invita a dar un paseo a tu ritmo. En este pequeño sector de la ciudad, puede percibirse la rica historia de Málaga. Compra un espresso y unos churros en uno de los puestos que encontrarás en la calle y prepárate para recorrer la ciudad. Verás reliquias romanas, moras y cristianas andaluzas ancestrales, en el radio de unas pocas cuadras.
Sigue los caminos curvilíneos frente al mar, y camina junto a las plantas exóticas y los arboles del espacio comunal central denominado Paseo del Parque. Este malecón convertido en parque es, también, el principal centro de transporte del centro histórico, y hay metrobuses que recorren el extenso tramo que ocupa el malecón. La asombrosa Plaza de Toros, que nace en el extremo este del parque, es el recinto histórico de corrida de toros de Málaga y continúa utilizándose en la actualidad.
Si sales del parque por el sector norte, encontrarás la fortaleza real: la Alcazaba. Si tienes una buena condición física, sube los escalones empinados al Castillo de Gibralfaro, ubicado en lo alto, desde donde podrás disfrutar de una vista maravillosa de la ciudad y del mar de Alborán. También hay taxis y autobuses que llegan a la cima de la montaña, por lo cual no es necesario que subas a pie.
Cuando vuelvas a bajar, detente en el Anfiteatro de Málaga, cerca de la entrada de Alcazaba. Este anfiteatro antiguo data del primer siglo antes de Cristo y es el monumento más ancestral de la ciudad. Desde aquí, sigue el curso de las callecitas con rumbo oeste, para ver la Catedral de Málaga, con su estilo propio del Renacimiento.
Termina tu recorrido con un jerez español o una sangría picante, y contempla el atardecer sobre los techos de teja de color terracota de la ciudad de Málaga.
Por la noche, visita el corazón del centro histórico, donde podrás disfrutar de una cena con diversas opciones gastronómicas. En las callecitas angostas, curvilíneas y de un solo sentido, hay múltiples restaurantes con terrazas. Permite que los amables meseros te tienten para tomar asiento y disfrutar de platillos andaluces a base de mariscos. Hasta entrada la noche, se sirven tapas, paella y pescado frito, a los turistas en búsqueda de típicos platillos españoles.
El centro histórico, ideal para los peatones, es mejor recorrerlo a pie, aunque también puedes tomar el accesible metrobús de Málaga.