La Catedral de San Basilio se convirtió en un emblema de Rusia debido a su característica arquitectura y destacada ubicación en la famosa Plaza Roja. Descubre las sorpresas ocultas en su interior. Toma fotografías de la famosa fachada y, luego, recorre el laberíntico interior formado por varias capillas.
El nombre real de esta iglesia del siglo XVI es Catedral de la Intercesión de la Virgen junto al Foso. Recibió este nombre para celebrar una victoria sobre las tropas tártaras por parte de Iván el Terrible y sus hombres, el día de la Fiesta de la Intercesión. El nombre más conocido de la catedral proviene de Basilio, un santo loco cuyos restos descansan en la catedral.
Dedica algunos minutos a contemplar el fantástico diseño de la iglesia. El detalle más llamativo son sus domos. Estas estructuras se conocen como "domos de cebolla" debido a su característica forma, y cuentan con diferentes colores y patrones con efectos tridimensionales. Mira las rayas rojas y blancas, los espirales verdes y amarillos y un alto domo dorado en la cima. También te llamará la atención la altura del techo en pirámide.
Antes de entrar, ten en cuenta que el interior te parecerá mucho más pequeño que la gran fachada, debido a la inusual disposición de la catedral. Cada uno de los domos representa una capilla en el interior. Recorre las capillas y otros sectores religiosos del edificio. Entra a la Capilla de San Basilio y presta atención a la elegante ornamentación que evidencia la importancia del santo.
Pasea por la galería. Los laberínticos pasajes cuentan con preciosas decoraciones y te llevarán a la capilla que elijas. Sube por las antiguas escaleras de madera. Fueron descubiertas recién en la década de los 70 y ahora conducen a una parte central de la catedral. Aquí encontrarás un enorme iconostasio.
Ten en cuenta que la Catedral de San Basilio funciona principalmente como museo. Solo se realiza un servicio religioso por año durante el Día de la Intercesión. Para visitar la catedral, toma el metro hasta la estación Ploshchad Revolyutsii. Se cobra una cuota de entrada y la catedral cierra los martes.