Explora las ruinas y estructuras restauradas del Fuerte Romano de Castlefield. Esta histórica estructura fue construida para vigilar dos caminos de importancia estratégica y para mantener a raya a la población nativa. Hoy en día ofrece una mirada fascinante a la historia de la ciudad.
Inicia tu visita con un paseo por el jardín romano restaurado que lleva hasta el fuerte. El jardín incluye plantas que se cultivaban en Britania en tiempos romanos. Estas plantas incluyen la hiedra, las rosas y la pervinca. Junto al jardín están los cimientos de un vicus, una pequeña aldea que creció junto al fuerte para proporcionar alimento y entretenimiento a los soldados.
Conforme te acercas a la puerta norte, nota las filas de fosos defensivos. Éstos han sido parcialmente restaurados y probablemente habrían tenido obstáculos para hacer más difíciles los asaltos del enemigo. Párate frente a la puerta reconstruida que se construyó en los cimientos excavados de la original. Los arqueólogos creen que así habría lucido la puerta en el año 200 después de Cristo. A la izquierda, podrás ver todavía las piedras originales.
Pasa por la puerta y mira hacia tu derecha para que veas los cimientos reconstruidos del granero donde se almacenaban las cosechas. Hasta puedes subir a la Muralla oeste y a los muros restaurados.
El fuerte fue construido en el año 79 después de Cristo y fue llamado "Mamucium", que es el origen del nombre de la ciudad. Este es el lugar de nacimiento de Manchester y los restos del fuerte son el ejemplo más antiguo de asentamientos humanos en el área. Después de que los romanos dejaran el complejo en el año 410, éste quedó abandonado. Durante la Edad Media, la decrépita estructura se conocía como “The Castle in the Field” (el castillo en el campo) y posteriormente el nombre se acortó a Castlefield.
El complejo del fuerte está en Castlefield, un área de conservación que ha sido designada como el primer parque de patrimonio urbano de Gran Bretaña. Da un paseo y descubre otras reliquias del pasado de Manchester como sistemas de canales y viaductos de tren. Varios de los viejos edificios industriales han sido remodelados y ahora son departamentos, bares y restaurantes.
El Fuerte Romano de Castlefield está en el lado sudoeste del centro y puedes llegar fácilmente a pie, en tren, tranvía, autobús y coche. La entrada es libre.