Da un paseo por senderos entre grandes árboles frondosos y aprende acerca de la monarquía de esta nación en el castillo de Vaduz. Párate debajo de las vastas murallas e imagina las grandes batallas que se pelearon aquí. Siéntate en el césped y contempla el paisaje irregular de los Alpes a la distancia.
Los registros indican que una estructura se encontraba en el sitio del castillo de Vaduz desde principios del siglo XII y, luego, se le adicionaron dependencias alrededor de 1287. El castillo sufrió una catástrofe en 1499 cuando fue quemado casi por completo por soldados suizos en la Guerra de Suabia. La estructura se reconstruyó lentamente durante los años siguientes. El emperador Francisco José II se trasladó al castillo reformado por completo en 1939. En la actualidad, puedes explorar la estructura que funciona como la residencia real. El príncipe Hans-Adam II comanda las operaciones nacionales desde el interior de los anchos muros de piedra.
Sube la pendiente moderada hasta el castillo. El bullicio de la ciudad desaparece, y solo puedes escuchar el susurro de las ramas a tu alrededor. Durante el camino, encontrarás una serie de señales y carteles que proporcionan información sobre la monarquía en el pasado y en el presente de Liechtenstein.
Al acercarte al edificio, admira las enormes murallas que tienen pequeños portales medievales. Observa el chapitel de la elevada torre central y, luego, la zona residencial con pintorescos edificios blancos.
Siéntate sobre el césped que se encuentra en frente y contempla la vista espectacular en todas las direcciones. Los Alpes suizo-austriacos nevados proporcionan un hermoso telón de fondo hacia el sur, mientras que el valle del Rin se extiende a lo lejos hacia el norte.
El castillo de Vaduz está a aproximadamente 20 minutos a pie al sureste del centro de la ciudad. Puedes visitarlo en cualquier momento, pero la entrada al interior está restringida dado que el castillo sigue siendo la morada de la familia real.