El Castillo de San Jorge es una estructura medieval enorme con vistas a la ciudad. Haz una visita guiada para aprender sobre el pasado de Lisboa y disfrutar de las vistas de la capital desde el castillo.
Para llegar al Castillo de San Jorge, debes realizar una ardua caminata desde el centro de Lisboa, pero la recompensa vale el esfuerzo. Pasea por los clubes, donde se interpretan baladas tradicionales portuguesas todas las noches. Haz una parada en un café al aire libre con vistas agradables, y toma una copa de vino de Oporto. Admira los azulejos vidriados en los edificios históricos y las artesanías en las ventanas de tiendas con encanto.
Puedes ver esta fortaleza morisca del siglo VI desde casi cualquier punto de la ciudad. Cuando te acerques a la puerta de piedra que indica la entrada, tómate un instante para admirar la inmensidad de la estructura. El castillo era la residencia real morisca hasta que el primer rey de Portugal, Afonso Henriques, se apoderó de él en 1147. La fortaleza siguió funcionando como el palacio real hasta que se construyó otro en la Plaza del Comercio (Praça do Comércio) en el centro de la ciudad.
Haz una visita guiada de pago. O bien, pasea por tu cuenta por los jardines y sube a las torres medievales. Si bien gran parte del castillo original fue destruida, todavía hay una larga extensión de muros de piedra y 18 torres. Sube a las torres y camina por las terrazas para disfrutar vistas de la ciudad y del río Tajo. La vista es especialmente impresionante al atardecer, cuando la tenue luz se refleja en las casas blancas de Lisboa. Visita la Torre de Ulises, que alberga la Câmara Escura, un periscopio que permite disfrutar de vistas de toda la ciudad.
El Castillo de San Jorge se encuentra en la zona de Alfama. Puedes llegar fácilmente en camión o a pie.
El castillo está abierto todos los días. Hay que pagar una cuota de admisión. Disfruta de una comida en el restaurante del castillo y compra recuerdos en la tienda de regalos.