Estructurada en dos plantas, sus estancias amplias y luminosas, giran en torno a un patio central que inunda de luz y alegría toda la casa. Todas ellas han sido acondicionadas para ofrecer la mayor comodidad respetando su construcción original. Ideal para el descanso
El alojamiento
El zaguán: del patio a la cocina
Tras cruzar el umbral de la puerta el visitante pasa al vestíbulo, denominado zaguán, una estancia ideal para el verano. Desde aquí se accede directamente a la cocina y al patio.
Patio manchego: reuniones en familia
El patio dispone de un pozo, que antiguamente proveía de agua a la vivienda, de una fuente y de una barbacoa. Es el pulmón por el que respira la casa pero es sobre todo un lugar de reunión en el que disfrutar de las cosas sencillas, como una amena tertulia o una partida de cartas.
Al calor del hogar en invierno.
La cocina se encuentra unida a un comedor donde en invierno se puede disfrutar del calor de una chimenea.
Tanto la cocina como el comedor cuentan con el menaje necesario.
El salón, en la parte superior de la vivienda, es abuhardillado y se articula en distintas zonas separadas por grandes arcos: una amplia de sofás, otra con chimenea, una de lectura y la de tertulia y juegos de mesa.
La casa tiene cinco dormitorios dobles y tres baños, uno en suite. Cada dormitorio es diferente, pero todos ellos cuentan con una cuidada decoración y selección en la ropa de cama (sábanas, colchas, edredones y almohadas) que busca la comodidad.
También dispone de cuna para bebés.
En la vivienda hay además un despacho independiente, donde se puede trabajar con portátil, y una buhardilla con zona de juegos infantil.
Desde la buhardilla se accede a una zona de chill-out y otra de solárium con maravillosas vistas al campo. Ambas zonas son ideales por la noche para relajarse y contemplar las estrellas.