La “Casa Elsa” es la más pequeña de nuestras viviendas. Al ser la más chiquitita, le gusta estar siempre muy coqueta, y así es como os la encontraréis. Con todas las comodidades, es la estancia ideal para pasar unos días y descubrir las maravillas que esconde nuestro entorno. A 10 minutos andando de la playa más cercana y con aparcamiento en la misma puerta, es la casa perfecta para disfrutar de vuestras vacaciones a un precio de lo más económico.
En Casas Pereira te encontrarás en el corazón de A Costa da Morte, una zona privilegiada por su belleza paisajística y por la tranquilidad que ofrece, lejos de la saturación de otras zonas vacaionales. Además non encontramos en el lugar perfecto para recorrer la ya famosísima "Ruta dos Faros". Una ruta de 200km dividida en 8 etapas que recorre toda la Costa da Morte por los antiguos caminos de los percebeiros, uniendo todos los faros costeros.
Nos caracterizamos por el trato personalizado con los clientes. Llevamos muchos años en este mundo, y nos adaptamos a lo que el cliente nos demanda. Conocemos la zona como la palma de nuestra mano, por lo que nos puedes preguntar sobre cualquier cosa que se te ocurra, e intentaremos guiaros y aconsejaros para que paséis una estancia inolvidable.
Tenemos actividades de bautismo de buceo, de hípica para los niños y los no tan niños, recorridos en barca a las Islas Sisargas, piragüismo, surf, actividades de olería, talleres para los más peques de la casa con grandes profesionales, visitas personalizadas a Santiago. Pregúntanos y ven a disfrutar de unas vacaciones inolvidables en un lugar idílico.
Afortunadamente vivimos en una zona más que privilegiada. A Costa da Morte es un lugar único que se caracteriza por su paisaje salvaje, natural. Además nuestras casas se encuentran en una zona muy tranquila. Lejos de las carreteras y zonas más transitadas, podréis descansar al mismo tiempo que disfrutaréis de uno de los pueblos más bonitos de Galicia, Cabana de Bergantiños.
Tampoco te queremos contar mucho más, preferimos que lo descubráis, pues así la sorpresa será aún mayúscula si cabe.