Evocando sus rasgos originales del pasado, lo rústico fue renovado en el tiempo con cuidado y detalle. Situado en Villapinta, un pequeño pueblo antiguo, donde cabras y vacas todavía encuentran refugio durante el invierno. Esta casa todavía es utilizada por la familia en tiempo de vacaciones y por eso está equipada en el más mínimo detalle. Libre hacia el sur, tiene una vista impresionante del valle “Valtellina” y sus paisajes de montaña. La escalera exterior, que conecta todas las habitaciones como si fueran escenarios, resulta una “logia” natural , cual galería de encuentro para disfrutar del bello panorama y la vista del cielo estrellado de noche. En todas las habitaciones, con sus pisos y vigas de madera auténtica más sus autóctonos muebles elaborados por artesanos campesinos, se percibe una atmósfera familiar. Grandes muros de piedra mantienen la casa naturalmente fresca incluso durante los meses más calurosos. En el jardín, junto al arrullo de un arroyo de montaña, se puede almuerzar en la terraza a la sombra de un gran árbol de nogal o simplemente tomar una siesta en el verde y sano césped. De la casa, se puede ir directamente a dar un paseo por los viñedos. A poca distancia se dispone de una vasta selección de tiendas. Las dos ciudades vecinas, Morbegno y Sondrio, con sus antiguos centros históricos, invitan a tomar un café en los típicos bares italianos. Además de las diversas actividades deportivas, es posible realizar maravillosos paseos diarios en el Lago de Como, en el Valle Masino y/o el Valle di Mello