Borgoña es tan famosa por su vino tinto que incluso un color rojo oscuro lleva su nombre. Visita las colinas y los valles de esta fértil región al este de Francia repleta de viñedos y bodegas de siglos de antigüedad. Una botella de vino tinto de Borgoña puede durar hasta 20 o 30 años, pero tus recuerdos del exuberante paisaje, las aldeas medievales y las antiguas iglesias y castillos durarán mucho más tiempo.
Dirígete hacia el sur de Dijon, la capital de la región, para descubrir la zona donde se cultivan las famosas vides de Borgoña. Borgoña tiene una extensa tradición vitivinícola que comenzó con la producción de vino de los monjes para la iglesia. El alto contenido de caliza del suelo de Borgoña le otorga a las uvas que crecen aquí un toque característico que notarás al degustar diferentes vinos. Para mejorar tu paladar, inscríbete en una clase de vino.
La ciudad de Beaune es considerada la capital no oficial del país del vino de Borgoña. Visita el Museo del Vino de Borgoña para ver antiguos objetos que revelan la historia vitivinícola de la región, como antiguas prensas de vino. Durante tu visita a la ciudad, recorre Los Hospicios de Beaune, un hermoso hospital medieval que es el principal punto de referencia de la ciudad. El brillante patrón de mosaicos destella bajo la luz del sol.
Al oeste de Dijon, visita la Abadía de Vézelay, una enorme catedral románica declarada Patrimonio de la Humanidad. No muy lejos de allí, encontrarás el Castillo de Bazoches, una estructura igualmente impresionante, pero secular. Recorre este castillo del siglo XII entre los meses de marzo y noviembre.
Aunque gran parte de Borgoña está formada por llanuras o colinas levemente onduladas, también hay una zona de montaña en el centro de la región llamada el Morvan. Camina por los senderos que recorren los picos arbolados y visita el Museo de la Resistencia, donde podrás aprender sobre el singular papel que desempeñó Morvan en el movimiento de la Resistencia contra la ocupación alemana durante la Segunda Guerra Mundial.
Borgoña está a menos de dos horas en auto desde París. Visita la zona durante el otoño, cuando disminuyen las multitudes del verano y los viñedos se tornan de color amarillo y naranja.