Atrévete a descubrir el interior de la Gruta Azul, una caverna de aguas profundas bañada con una luz azul brillante. La cueva marina más famosa de Capri obtiene su color de la luz solar filtrada por el mar que atraviesa por una apertura submarina que se encuentra debajo de la entrada de la cueva.
Durante la época romana, el interior se utilizaba como un ninfeo, un sitio donde se adoraban a las deidades mitológicas conocidas como ninfas. En los siglos posteriores, antes del redescubrimiento de la gruta en 1826, los isleños se negaban a entrar en la cueva. Tenían miedo de las brujas y los monstruos que creían que habitaban en su interior.
Para acceder a la cueva, súbete a bordo de uno de los pequeños botes de remos de madera que están esperando afuera. La única manera de ingresar es a través de un arco estrecho. Ten paciencia ya que los barcos solo pueden entrar una vez que el grupo anterior haya finalizado el recorrido. Al entrar a la cueva, tendrás que acostarte puesto que la entrada es baja y angosta, y solo se encuentra a 1 metro (3 ft) por encima de la superficie del mar. Una vez en su interior, puedes volver a sentarte.
La cavidad natural mide aproximadamente 60 metros (196 ft) de largo y 25 metros (82 ft) de ancho. Siéntate para deleitarte con el color y los reflejos que iluminan la caverna. El agua se torna más azul a primeras horas de la tarde. Las visitas duran solo unos minutos, pero pueden durar más tiempo si estás dispuesto a ofrecerle una propina generosa al remero.
Algunas personas regresan para nadar en la cueva después de que los barcos se hayan ido, aunque no se recomienda hacerlo por motivos de seguridad. El agua es profunda y no hay plataformas donde se pueda descansar.
Situada en la costa noroeste de Capri, la Gruta Azul se encuentra a 3.5 kilómetros (2.3 mi) de Anacapri. Puedes llegar en camión, en auto o a pie desde la ciudad. Encontrarás una escalera que conduce desde el estacionamiento hasta un área cercana a la entrada de la cueva, donde puedes comprar el boleto. Otra opción es realizar un viaje en barco de 10 minutos desde Marina Grande y, luego, cambiar a uno de los barcos de remo.
La Gruta Azul abre todos los días, cuando las condiciones del mar lo permiten.