Se trata de una Casa-Cueva muy coqueta y romántica, ideal para parejas que deseen alojarse solas o con niños pequeños. Está formada por una amplia estancia que engloba la cocina- salón, comedor, baño con bañera de hidromasaje, un dormitorio con dos camas individuales y otro amplio dormitorio de matrimonio. En su patio exterior: ducha, barbacoa y fregadero. Además, dispone de piscina con hidromasaje, compartida con la Casa-Cueva Las Margaritas. Al estar junto a la casa Las Margaritas –en sus principios era una sola- tiene una puerta que las comunica por las terrazas, en caso de que vayan familiares o conocidos a ambas viviendas. Desde aquí, los paisajes son impresionantes, perdiéndose la vista entre Tamadaba y el Teide con puestas de sol de ensueño. Al tratarse de una Casa-Cueva, la temperatura interior es constante durante todo el año alrededor de los 18ºC, lo que abriga al habitante en invierno y lo refresca en verano, cuando las temperaturas exteriores son elevadas.